Instalación contra incendios en naves industriales

En el entorno industrial, prevenir incendios no es solo una cuestión de seguridad, sino también una obligación legal. Las naves industriales albergan maquinaria, materias primas y productos altamente inflamables, por lo que contar con un sistema autónomo de extinción de incendios es esencial. En este contexto, la instalación de depósitos de agua contra incendios se ha convertido en una medida clave para prevenir desastres.
Estos depósitos garantizan una reserva hídrica permanente disponible para los sistemas de rociadores automáticos, hidrantes o cañones de impulsión. Están diseñados para actuar de inmediato ante una emergencia, reduciendo los tiempos de respuesta y aumentando las probabilidades de controlar el fuego antes de que se propague.
¿Qué tener en cuenta en la instalación?
Antes de instalar el depósito, se realiza un estudio técnico que considera la superficie de la nave, la carga térmica, el tipo de actividad industrial y la normativa vigente (como el RIPCI o el CTE en España). La capacidad del depósito varía según el sistema de extinción utilizado, pero en la mayoría de casos debe garantizar al menos 60 minutos de suministro continuo.
Existen distintas opciones: depósitos metálicos, de poliéster o enterrados. Si el espacio es limitado o se busca discreción estética, los modelos enterrados son ideales. Además, muchos sistemas incorporan bombas de presión, sensores de nivel y sistemas de llenado automático para asegurar su operatividad.
Instalar Depósitos de agua contra incendios es una de las decisiones más acertadas que puedes tomar para prevenir riesgos mayores, proteger tus instalaciones y cumplir con los estándares de seguridad industrial.


















